Munébrega |
Rosario y yo nos vamos a ir al campo.
He estado unos días malita pero ya estoy bien. Y como Rosario sigue aquí conmigo en casa aún algo nerviosa, yo la cuidaba a ella y ella me cuidaba a mí. Además, claro, de Julia y Feli, que venían cada tarde de visita. Y aún no sé qué me pasaba que tenía como una angustia aquí dentro desde el día en que aparecieron las luces extrañas en el cielo y, después, los pájaros, sobre todo los gorriones y las golondrinas, se pusieron a hacer cosas raras. Ahora ya estoy mejor y voy leyendo despacito los blogs de las amigas, que se llevan un lío con los hombres... No, si al final va a resultar que el marido de Blanca estará liado con Rebeca y viceversa. Y leo también lo de los chicos, que es un jaleo porque me parece que a alguno le están haciendo chantaje con unas fotos en las que sale desnudo con una señora. Ya seguiré leyendo porque esto se puede poner más entretenido que lo de Amar en tiempos revueltos.
Luego está el blog de Hidalgocinis, el chico que no se toma la medicación. Es el blog más misterioso de todos y ha hablado de que allí donde está, que no sé dónde es, los pájaros también hacían cosas raras e incluso chocaban en el cielo. Y como se ve que es un chico muy inteligente ha escrito una teoría en la que todo está mezclado. No he entendido muy bien lo que quería decir, pero se ve que todo tiene que ver con una central de esas nucleares o térmicas que hay en el Perú; y en su teoría se mezclaba todo, desde Edison, el primero que metió electricidad dentro de una bombilla, la ETA, los chinos y Trinidad Jiménez, esa chica que no sé qué hace de ministra de Asuntos Exteriores que no le planta cara a Obama para preguntarle que cómo puede decir que un moro es malo y luego matarlo sin más. ¿Es que los negros no son también malos?
Pero yo, para lo que quería escribir era para otra cosa, para lo que decía al principio. Para decir que Rosario y yo nos vamos a ir unos días al campo. Ha sido idea de ella que se ha puesto a insistir y venga a insistir, que yo no quería porque aún no la veía del todo bien pero ella decía que salir de Calatayud y tomar el aire en el campo nos iría bien a las dos. Y resulta que aquí a 14 kilómetros hay un pueblo pequeño, Munébrega, el que está en la foto. Mi difunto, en realidad, era de una de las familias con más tierras de allí, los Langa, y se vino a vivir aquí cuando nos casamos. Luego, cuando todo el jaleo de que España entró en la Comunidad Europea, hizo un montón de dinero arrancando cultivos, que pagaban subvenciones por arrancar cepas, y acabó por vender las tierras a los dueños de los campos que lindaban con los suyos que, por particiones antiguas, eran sus sobrinos. Y ellos abrieron pozos y, en medio de lo que era secano, han puesto unos riegos gota a gota que para qué.
Pero aún tenemos una casa allí, grande y bonita. En medio de la calle principal, que llaman la Rúa y es la que baja del Planillo a la Replaceta. Nos vamos a ir allí y, de paso, saludo a mis cuñados y sobrinos que hace casi un año que no los veo.
!Qué suerte Pilar! poder decir me voy e irte. Seguro que en el pueblo estareis las dos mucho más tranquilas y os repondreís de vuestros males. No creo que mi marido esté con Rebeca, la rubia con la que anda se llama Vitoria (un nombre muy adecuado) y es como una raspa. Yo imagino a Rebeca guapa e interesante. Y según creo el sr. Hidalgofinis es de Mexico o por los alrededores. La verdad que lo pasa tan mal el buen hombre que me da pena.
ResponderEliminarCreo que vamos a tener que organizar una quedada para conocernos Pilar y le diremos a Rebeca que venga también. Sería divertido. Ponte pronto bien.
Hola, Blanca, gracias por preocuparte. Ya he estrenado las sandalias y cada vez las encuentro más bonitas.
ResponderEliminarY quedamos cuando queráis. Como si queréis venir al pueblo, que en casa tengo muchas habitaciones. Lo que eran antes graneros lo acondicionamos para alcobas y está todo muy moderno.
Hasta os podríais traer a vuestros queridos. Y si encontráis algún hombre para nosotras...
Gracias, chicas, por lo que me toca. Te aseguro que intento ser interesante, Blanca ;DD Y no, no estoy con su marido, Pilar. Nunca me liaría con un hombre casado y el tal Pablo y su raspa Vitoria empezaron a escondidas, de la peor manera.
ResponderEliminarLo de la kdd puede estar bien. Pero igual mejor no me invites a tu casa, que ahora mismo ando sin saber muy bien dónde dejarme caer, y luego igual no puedes echarme ;)