Pues eso, nosotras cada día a la piscina y, como ya éramos morenas, Rosario más que yo porque es gitana, nos hemos puesto de color casi subsahariano.
Otra cosa: que dije que el cura había descubierto que los pajarracos, que tienen un nombre que lo dijo Hidalgocinis pero no me acuerdo, se asustan con el agua bendita. Pero ahora resulta que sólo con el agua bendita de aquí. Porque el cura, como en este mundo moderno hay pocos curas, tiene que dar misa el sábado y el domingo en otros dos pueblos y ni en Nuévalos, que está a 14 kilómetros, ni en La Vilueña, que está a 4, funcionó lo de regar el pueblo con agua bendita y les atacaron los pájaros. Y eso debe de ser porque el agua de aquí tendrá algún compuesto que no tengan las aguas de esos otros pueblos y al bendecir ese compuesto será como se asustarán los pájaros.
Ah, y he leído todos los blogs de los amigos: Blanca y Rebeca están con sus cosas, con armas, organizando ejércitos y acumulando comida. Y con sus problemas de hombres, la una entre Pablo y Santi y la otra, como escribe tanto que una se pierde, ya no sé que hizo de su marido el del principio. Lo divertido es que Rebeca va diciendo diantre, que queda muy antiguo; bueno, y la sueca aquella que trajo uno de sus novios para darle celos y que se llevó un monstruo resulta que se ha vuelto una zombie que habla alemán. Y los chicos, tanto Hidalgo como Braulio, andan también en batallas por en medio de los bosques y esperando que venga no sé qué rey. Pues todo eso mientras nosotras andamos tan ricamente por aquí que sólo nos faltan un par de hombres para que nos den un tiento.
Y lo que quería contar, la novedad. Que ya expliqué que si nos vinimos aquí al pueblo fue porque yo tenía una casa que era de mi difunto porque su familia era, y es, de aquí. Bueno, pues resulta que tengo un cuñado ya jubilado que tenía una flota de camiones y se viene el otro día a verme para ver si yo le podía arreglar un problema. Me dice que se ha hecho radioaficionado, que ha sacado una emisora, como esa de la foto, de uno de sus camiones y se la ha instalado en casa pero necesita una antena más larga. Y como yo tengo internet y sé cómo funciona y él no se atreve a salir del pueblo por lo de los pajarracos, que a ver si por internet le puedo encontrar alguna antena para que se la manden. Si me lo ha contado todo: que ha conocido a una señora de un país bielorruso o así que está aprendiendo español y están con que si la invita a venir o no; pero que como la antena no es suficientemente larga, a veces pierde a la señora. Y eso ando ahora haciendo, metiéndome en foros de radioaficionados a ver dónde encuentro una antena. Pero ya le he dicho a mi cuñado que cuando no hable con la bielorrusa me tiene que dejar hablar a mí y me ha dicho que sí, que primero me tiene que dar cuatro lecciones sobre cómo hablan los radioaficionados y sobre por qué banda hay que hablar para no encontrarse las tertulias de los camioneros que pasan por la autopista de Madrid.
Y en eso estamos.
¿Dije yo sueca? Nooo, dije "nórdica", que vale, para el caso, pero era en plan un tanto despectivo general (ahora me arrepiento, pobre), y total, a mí me pilla al norte. En todo caso, ni sueca ni finlandesa, palabra, siempre fue alemana. Haría alguna broma al respecto pero te juro que me acuerdo de anoche y se me quitan las ganas. Hablamos, cuídate.
ResponderEliminarY lo de "diantre", qué le voy a hacer. Mi marido, ese que se perdió (mira, le preguntaré a Rolando a ver si sabe algo, que es su hermano), era profesor de Historia. Igual se me pegó por eso. Besos.
ResponderEliminar¡Cuánto tiempo, queridisima amiga! Un saludo para Rosario. Cuánto me alegro de que sigan apoyándose mutuamente.
ResponderEliminarAl parecer un allegado suyo dispone de un aparato de radio aficionado. Pilar, permítame que la tutee después de tanto tiempo... creo que este asunto llega en el momento más oportuno. Se me ha pedido ayuda para convocar a gente que quiera arriesgar la vida en la defensa de nuestro mundo.
Y quizá esa radio, para lo que no tienen ya acceso a internet, pueda ser providencial....
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ResponderEliminarHola a todos. Besitos míos y de Rosario. Y estoy aprendiendo cómo funciona la radio. De momento ya se que cuando se quiere entrar en una conversación hay que decir breico, breico.
ResponderEliminarY la radio sí se puede utilizar para hablar con gente que no tenga internet y nos explique qué pasa por allí. Pero yo también la quiero para ver si me sale un querido que me diga cositas a través de las ondas espaciales.