Pues que ya estamos en Santa Elena con nuestros pañolitos en la cabeza. Igual que Rambo, ese chico que vuelve del Vietnam y al llegar a un pueblo el policía le pide que se marche y él se enfada mucho y acaba rompiendo el pueblo. Pero los nuestros son blancos para distinguirnos con los amigos, que los moteros que nos acompañan los llevan negros y algunos con la bandera USA.
Y eso es, que nos hicimos tan amigos, que después del resacón del otro día esos chicos nos dijeron que aún quedaba para la batalla y nos propusieron ir a dar una vuelta por la Mancha. Pues allí que fuimos y nos estuvimos tres días en las lagunas de Ruidera, que son muy bonitas, bañándonos y practicando kayak con unas canoas que había por allí abandonadas. Y pongo una foto debajo para que lo veáis:
Bueno, pues después, como ya estábamos por allí y ellos saben más de carreteras porque se pasan la vida por esos mundos, decidieron llegar al punto de encuentro, Santa Elena, desde abajo y no desde arriba por Despeñaperros. No sé qué pueblos pasamos, Villanueva de los Infantes, Villacarrillo, Úbeda, y todo muy bonito por la sierra de Cazorla; luego ya, por Linares salimos a Bailén y cogimos la autovía hacía La Carolina.Y otro hartón de llorar: que leemos los blogs y, aparte de enterarnos de que Rebeca había estado secuestrada en otra dimensión, Andy, el chico del violín, ha explicado que la señora aquella con la que se lió en Salamanca, la mujer de Nofaustino, y su hija tuvieron un accidente, se despeñaron y murieron. Y a Brau, el chico que habla misterioso, le querían atracar unos bandoleros andaluces pero Hidalgo le defendió.
Nos hemos encontrado todos con Hidalgo, que nos hemos presentado las dos todas chulas con el coche a la cabeza de todos los moteros y, después de los besitos y saludos, nos ha dicho que iba a llegar Rebeca con Rolando, aunque me parece que se ha vuelto a cambiar de novio. Y Blanca decía que también estaba llegando. Pues a ver si nos reunimos todos y que vengan los monstruos si se atreven.
En otra dimensión... no, estaba en esta, a punto de ser asesinada mientras otras se divertían en las lagunas de Ruidera. Nada, nada, pero que sepas que si vuelve a ocurrir y la palmo, me liaré con tu difunto en el otro barrio y te pondremos los cuernos. Abrazos.
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