¡Qué sofoco! He tenido que estar acostada hasta ahora y aún tengo el cuerpo temblando. También ha sido porque entre Julia y yo nos hemos bebido media botella de Chinchón pero había para eso y para más, que aún estoy con la taquicardia en el cuerpo.
¡Vaya susto! En pleno domingo de Ramos. Vuelvo a casa hacia las 5 después de comer en casa de mi hijo Ángel, me pongo a ver la tele y al cabo de 10 minutos llaman al timbre insistentemente, como si hubiera un incendio o algo así. Abro y Julia me pregunta que si no me he enterado. ¿De qué? Pues de doña Carmen.
Y no sé ni cómo lo estoy contando, para tranquilizarme será, para hablar con alguien, qué sé yo, que ni sé cómo soy capaz de escribir...
Claro yo por doña Carmen no caía, que lo de doña sólo se lo decimos a las forasteras y no a las de aquí se hayan criado o no con nosotras aunque fueran la mujer del mismísimo Alfonso XII. Y era Carmen la gitana, claro, doña Carmen, que esa sí que lleva doña porque no es de Calatayud, que vino de fuera para casarse con un gitano rico de aquí de una de las familias que hicieron dinero después de la guerra como tratantes de ganado. Y muy señora ella, algo exagerada, eso sí, con su media docena de anillos de oro, no como esas otras gitanas que vinieron mucho después, esas que no se lavan y entran con sus refajos al supermercado a ver qué pueden robar.
Resultado, que la habían atropellado en medio del paseo. Y hablando hablando hemos caído en que algo le pasaba a esa mujer. Hace años ya que se quedó viuda y no sé si le acabaría el dinero del marido pero andaba dedicada a leer la buena ventura. No por la calle sino a domicilio y sólo en las casas bien. Si una vez me paró junto al mercado y me contó que era ella la que había dicho que la hija mayor de los Lajusticia se casaría con un hombre rico; y ahí la tienes con un cirujano plástico de Madrid.
Pues eso, que algo le pasaba en los últimos tiempos. A veces la veías por la calle hablando sola, despeinada y con una falda medio hecha jirones. Y diciendo barbaridades, como que dicen que una vez se puso a la salida del colegio de las salesas gritándole a las madres que escondieran bien escondidos a sus hijos, y se la tuvieron que llevar los municipales al cuartelillo.
Dice Julia que a mediodía, hacia las dos, que nosotros ya estábamos a la mesa y por eso no nos hemos enterado, iba ella por el paseo y aún había un montón de gente con los críos enredando con sus palmones. En esto que aparece doña Carmen dando voces y diciendo que si la tierra se iba a abrir y nos iba a tragar a todos, que si el cielo se iba a llenar de dragones... Los críos del paseo asustados, unos padres llevándoselos para casa, otros llamando a los municipales por el móvil... y en esto dice Julia -y cuando me lo ha contado se ha tragado entera la copa de anís- que se le han girado los ojos y se le han quedado en blanco como en las películas de miedo. Resultado: que seguía andando y no saben si ha sido porque con los ojos así no veía por donde andaba o si ha sido que se ha tirado, que ha ido a parar a la calzada y en ese momento pasaba un autocar en dirección a Ateca que se la ha llevado por delante. Y enfrente mismo del hotel Fornos, que en sitio más céntrico no podía ser.
Que si la ambulancia ya para nada, que si la policía municipal le ha puesto por encima una manta, que si la policía nacional mandando a la gente para casa, que si hasta el alcalde ha aparecido...
Pues nada, habrá que esperar a mañana a ver qué cuentan en el mercado. Y se ve que tenía una hija por Barcelona: unos dicen que hacía como la madre y leía la buena ventura a los turistas; otros, las malas lenguas, que hacía el oficio de las cuatro letras.
Ah, y si no he puesto ningún dibujito ni foto y la entrada me ha quedado algo sosa es por respeto a la fallecida; que sólo faltaría que contase una desgracia y encima lo adornara para que quedara mono.
Que si la ambulancia ya para nada, que si la policía municipal le ha puesto por encima una manta, que si la policía nacional mandando a la gente para casa, que si hasta el alcalde ha aparecido...
Pues nada, habrá que esperar a mañana a ver qué cuentan en el mercado. Y se ve que tenía una hija por Barcelona: unos dicen que hacía como la madre y leía la buena ventura a los turistas; otros, las malas lenguas, que hacía el oficio de las cuatro letras.
Ah, y si no he puesto ningún dibujito ni foto y la entrada me ha quedado algo sosa es por respeto a la fallecida; que sólo faltaría que contase una desgracia y encima lo adornara para que quedara mono.
Muy estimada señora.
ResponderEliminarLamento que hay asistido usted a tan feo suceso. No quiero que interprete usted mal mi interés y le ruego no me tome por un cualquiera morboso, pero es cierto que tengo un interés en el suceso que ahora me costaría explicarle.
Si tiene usted más detalles, de usted o de su amiga, sin intención de importunarles más de lo ya hecho, les rogaría así me lo notificaran en el modo que les parezca más conveniente.
Lamente el atrevimiento que da la juventud y el quizá excesivo interés.
Un saludo.
Vaya, Pili, ya siento la movida, que siempre es desagradable que ocurra algo así.
ResponderEliminarEstá claro que ha sido un día negro para los videntes (sabrás lo de Santiago de Cos, claro), que no vieron la que se les venía encima. En fin.
Hola Cinis, espero que no seas un periodista; y si lo eres, no saques mi nombre, por favor. Sé lo que decían hoy en la carnicería mientras guardaba tanda: que cuando llegó el juez mandó llevarse a la muerta a una sala que se ve que hay en el cementerio para que hoy le hiciera la autopsia un médico de aquí. Pero que luego, a media tarde, llegó un coche de muertos que no era de aquí acompañado de dos coches negros y gente con gafas de sol y se la llevaron con mucho misterio no se sabe dónde.
ResponderEliminarPero todo eso lo contaban en plan mi cuñada me ha dicho que tal y cual. O sea que no sé si será verdad.
Hola, Rebeca. Pues sí, qué susto nos llevamos, que este es un sitio tranquilo.
ResponderEliminarY no, no sé nada de ese vidente que dices pero esta tarde, en cuanto acabe el Amar en tiempos revueltos, no me pienso perder ningún programa de cotilleo hasta acabar sabiéndolo todo.
Y lo que sí me acuerdo es de algún soponcio que le dio en directo a otra vidente, Aramis Fuster.
Me he enterado esta mañana por la radio, lo de Santiago de Cos, vaya papelón que mal rato, en pleno programa. Seguramente hoy hablarám de ello en Sálvame, que ellos también tienen una vidente que tiene cara de santa. Lástima que no podré verlo que me tengo que ir.
ResponderEliminarDesde luego Pilar cada vez hay más gente que está un poco para atrás. Eso también habrá sido un trago verlo.
Saludos a los dos.
Señora, le aseguro que sus sospechas son infundadas.
ResponderEliminarHidalgocinis, ¿tú eres el mismo Cinis de ayer que te han hecho hidalgo esta noche? ¿Qué sospechas son infundadas, que eres periodista?
ResponderEliminarSi no, ¿qué interés puedes tener en lo que pase aquí?
Señora, sinceramente, quiero poner en orden una serie de sucesos dramáticos que están sucediendo en estos días. Pero no quiero preocuparla de más. Si fuese periodista no creo que estuviésemos hablando en un blog, ¿o es que sí?
ResponderEliminarNo, señora. Yo no puedo moverme de casa y no trabajo en ningún periódico.
En cualquier caso, un respetuoso saludo.
Pues entre lo que me dices, la foto que me pones de tu perfil y lo que acabo de leer en tu blog me tienes en un sinvivir, que estoy hecha un ascua.
ResponderEliminarAh, y del cadáver de Carmen la gitana nunca más se supo. Ni se ha enterrado aquí ni se ha anunciado su entierro. Por eso parece verdad lo que te conté de que se llevaron el cadáver.
Estimada señora, creo que hasta este momento me he expresado mal. Culpa mía. Realmente lo que quiero preguntarle es no más que esto: ¿usted tiene motivos para pensar que Doña Carmen era una vidente verdadera?
ResponderEliminarSi mi pregunta le lleva a hablar con algunas de sus amigas, por favor, salúdelas de mi parte y deles debidos agradecimientos.
Gracias de nuevo y un saludo.
Hola, Hidalgocinis:
ResponderEliminarPrecisamente esta tarde me reúno con mis amigas para echar la partida y saldrá el tema de doña Carmen porque aquí no se habla de otra cosa. Se conoce que quienes se llevaron el cadáver eran gente importante de Madrid y el juez está muy enfadado porque dice que si él decide que el cadáver ha de estar en el cementerio ni el mismísimo Zapatero puede llevarle la contraria.
Y el alcalde, lo mismo, que como es del PSOE ha hablado con el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, que como fue ministro de justicia en tiempos de Felipe y el que cogió a Roldán en Laos, tiene mucha mano en Madrid. Están intentando averiguar qué pasa y que nos devuelvan el cadáver, que es nuestro.
Y lo que dices de que si doña Carmen era una vidente verdadera, yo no creo que haya ninguna vidente verdadera pero he oído que predijo una rambla, que es como llamamos aquí a las crecidas del río, hacia el 80 y pico, y el Jalón arrasó toda la vega.
Esta tarde sabré más cosas y, si tanto te interesan, te las contaré.
Y le daré recuerdos a mis amigas.
Le quedo eternamente agradecido, señora.
ResponderEliminarCuídese mucho.