Ayer por la noche no escribí nada. Pero porque llegamos, Rosario y yo, molidicas de la compra.Y todo fue porque Hidalgocinis, ese chico que ve las cosas malas que van a pasar y luego pasan de verdad, nos dijo que compráramos latas de conserva por si pasaba algo gordo y luego no podíamos salir de casa. Bueno, pues como era viernes y, además, fin de mes y mucha gente habría cobrado, el Caprabo estaba que no se cabía de gente.
No os voy a aburrir con la lista de la compra, claro, pero le quería decir a Rebeca, la chica de Bilbao, que sí encontré borraja en conserva, en el pasillo de los espárragos, que también compramos. Y berberechos, y tomate, y perdices en escabeche, y sardinas, y olivas, y fabada y qué sé yo, que nos gastamos más de 200 euros y luego casi no podíamos con el carrito empujando entre las dos. Porque aunque Hidalgocinis se equivoque, y Rosario dice que no, que ella también ve alguna de esas cosas malas, todas esas latas me caben en la despensa y tarde o temprano nos las comeremos.
Y que el mundo está revuelto es verdad. Hoy en el yahoo he leído que un adivino había dicho que va a haber un terremoto en Roma dentro de dos semanas, el 11 de mayo, pero Rosario dice que eso no lo ve. Y si fuera cierto seguro que Hidalgocinis ya habría llamado al Papa.
Le recomiendo encarecidamente hacerse con un abrelatas, Pilar.
ResponderEliminarGracias, Brau. No, no me olvidaré del abrelatas. Ni de las botellas de anís.
ResponderEliminarDale recuerdos míos y de Rosario a Hidalgocinis. Y a tu señora.
No sé si os dais cuenta de que Hidalgocinis está detrás de todas las cosas que nos están ocurriendo. Es el nexo de unión, o lo parece, entre los desconocidos que somos todos nosotros. Yo estoy empezando a tener miedo.
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